Podéis preguntaros qué diantre de relación tiene el mundo del vino con unas Jornadas de la Asociación Española de Medicina del Baloncesto.
Pues muy sencillo si en la organización de las mismas estaba metido yo hasta el cuello y encima contaba con la colaboración de Amigastronomicas. Digo lo de hasta el cuello porque presidía el Comité Organizador, y , por qué será, ofrecí a Silvia Franconetti la “dirección gastronómica” por así decirlo, del evento.
Desde el primer momento tuve claro que mi ilusión era que los participantes, procedentes de todos los rincones de España, bebieran, y por ende conocieran, los vinos de nuestra tierra. Tarragona es una provincia privilegiada en este aspecto, ya que engloba 5 Denominaciones de Origen: Tarragona, Conca de Barberà, Montsant, Priorato y Terra Alta.
Mi propósito era que todos los vinos a consumir en las comidas y cenas fueran de estas denominaciones. Pensaba que era una buena propaganda para ellas, ya que los consumidores podían luego ejercer el boca a boca, en mi opinión el más eficaz medio de promocionar un producto.
Me puse manos a la obra y contacté con todos los Consejos Reguladores para exponerles esta idea y solicitar su colaboración. Desgraciadamente la respuesta no fue pareja en todos los casos: Tarragona, Conca y Montsant se mostraron, cada uno según sus posibilidades, dispuestos a participar. Priorato tiene una política comercial en este aspecto diferente, no envía vino en ningún caso, pero hace promoción de la propuesta entre sus bodegas por si a alguna le interesa. Terra Alta se negó desde un principio. Ellos sabrán porqué.
El siguiente paso fue el maridaje: ver qué tipo de caldo nos ofrecían según los platos. Los Consejos se pusieron manos a la obra en cuanto tuvieron la información, y de su imaginación y la nuestra nace este artículo. Estos fueron “Los vinos de las Jornadas”.
Miércoles, 23 de junio, 21,00 hr., Hotel Ciutat de Tarragona, para empezar PRIORATO.
El sonido de los petardos en la Noche de San Juan recibió a los asistentes que iban llegando a la Imperial Tàrraco.
El hotel nos ofreció un cocktail-cena riquísimo, variado y abundante tanto en bocados fríos como calientes. El servicio fue excelente y en cuanto a la oferta enológica la cosa empezó muy, muy bien. Para abrir boca un Clos Petó 2007 de la Bodega Francisco Castillo de Porrera. Tinto con crianza de Cariñena y Garnacha que pasa 12 meses en barricas de roble francés. Equilibrado y moderno. Como plato fuerte y convenientemente decantado Clos Dominic Vinyes Altes 2006, de parecido coupage y vinificación pero procedente de viñas viejas de la propiedad. Palabras mayores que permitieron a los que lo bebieron hacerse una idea de lo que da de sí un Priorato de alta gama redondo y elegante. Como primer envite no puede decirse que la cosa fuera mal.
Jueves, 24 de junio, 14,00 hr., Xamfrà del Fórum, CONCA DE BARBERÀ.
A las 9,00 hr. había comenzado el programa científico, desarrollado a lo largo de toda la mañana, y el restaurante elegido para reponer fuerzas fue el Xamfrà. ¡¡Hay que ver lo que gustó esta primera comida!!. Ciertamente la decoración moderna del local ya causó una buena impresión, y conforme fueron saliendo los platos la satisfacción de los comensales aumentó. Fue una gran idea ofrecer de aperitivo el farcellet de pato, manzana caramelizada, compota de higos, salsa de ceps y foie, tapa ganadora de la última edición de “Tarragona dTapas”, que encantó a los presentes.
El Consejo Regulador DO Conca de Barberà nos envió un rosado de su uva autóctona: la Trepat. El Francolí 2009 de la bodega Castell d´Or rayó a muy buen nivel. De bonito color rosa oscuro posee una nariz de intensidad media,con aromas a fresa, grosella y mora. En boca sabroso, fresco y de muy correcta acidez. Un vino original y característico de la zona. El tinto propuesto fue un Xipella de Clos Montblanc.
Acompañaron perfectamente al resto de platos del menú, consistente en “Fuste” de salmón ahumado relleno de cangrejo y aguacate con capitel de mango, Risotto de ceps y parmesano con virutas de foie, espalda de cordero deshuesada con manzana golden y boniato. El toque dulce consistió en un surtido de 4 postres: crema de yogur con coulis de fresa y garrapiñado de frutos secos, choco obsesión, tarta de queso y trufas crujientes con naranja y Grand Marnier.
Viernes, 25 de junio, 2 de la tarde, Mas Roselló, MONTSANT entra en juego.
Y de qué manera, con la presencia de Gerard Amorós, gerente del Consejo Regulador que presentó los caldos en un entorno precioso, pues el espacio al aire libre fue perfectamente decorado para la ocasión. La verdad es que íbamos de bueno a mejor.
Disfrutamos del chupito de gazpacho con fresones y cerezas, cucharitas de tartar de salmón, buñuelos de bacalao, surtido de quesos, anchoas del Cantábrico, micuit con confitura de pétalos de rosa, croquetas de jamón ibérico, mejillones a la brasa, jamón con pan con tomate, risotto cremoso de setas de temporada al parmesano, helado de mascarpone con coulis de fresa y helado de ciruelas al Armagnac.
Todo regado con un rosado, el Roigenc 2009 de Capafons Ossó, otro vino especial de Syrah y alta graduación, 14,5º, limpio en copa, confortable en nariz con aromas dulzones y balsámicos. Muy rico en boca, goloso, fresco y de trago largo. Perfecto para un soleado día del verano tarragoní.
El tinto propuesto fue otro descubrimiento para todos: Solpost 2006 de Cellers Sant Rafael. Coupage de Garnacha (50%), Cariñena (35%) y Cabernet Sauvignon (15%). Criado durante 12 meses en barricas de roble 50% francés y 50% americano y pulido en botella durante 1 año como mínimo.
El Solpost enamoró con su color rojo cereza oscuro, tonos granate, capa media, menisco malva oscuro y lágrima abundante. Su nariz intensa de especias dulces, fruto rojo en compota y algún balsámico. Sabroso en boca, persiste el sabor dulzón de la nariz pero hay taninos que le dan un toque de amargor que regala el paladar durante un buen rato. Está en un buen momento pero por el color yo creo que tiene recorrido y será apasionante seguir su evolución.
Las explicaciones de Gerard ilustraron y permitieron gozar con más conocimiento de ambos 2 vinos, y además los asistentes fueron obsequiados con un CD sobre Montsant.
Mi objetivo inicial de que las Jornadas en su aspecto gastronómico fueran una oportunidad de dar a conocer las DD.OO. de la provincia se iba cumpliendo.
25 de junio, viernes, 9 de la noche, La Boella, La Cena de Gala, TARRAGONA muestra un buen nivel.
Ir a La Boella es jugar a caballo ganador. Es difícil encontrar un marco igual. Las felicitaciones que tuvimos el Comité Organizador por la elección del lugar para la cena más importante de las Jornadas fueron innumerables.
El hecho de que coincidiera en horario con un partido de la Selección Española del Mundial de Sudáfrica no sólo no fue negativo, sino que lo solventamos instalando una gran pantalla en el jardín. Pudimos disfrutar del encuentro, del jardín y del aperitivo, todo a la vez.
Entre saludos y goles fue saliendo el micuit La Boella al caramelo de Oporto, la sopa de temporada, las virutas de jamón ibérico con pan con tomate, las brochetas de gamba con aroma de ajo y las croquetas caseras de Jabugo y ceps.
Pasamos a continuación al comedor principal, impresionante, y los vinos de la DD.OO. Tarragona, dado que no pudo venir nadie del Consejo Regulador, fueron presentados por un excepcional embajador: Antonio Salas.
El Consejo tuvo la generosidad de ofrecer los caldos de toda la cena: un blanco, un tinto y un vino dulce, ambos 3 dieron la talla con creces.
El primero fue el Muscat 2009 De Muller, 100% moscatel de Alejandría sin crianza. De color amarillo claro, limpio, intenso en nariz con los aromas dulces propios de este varietal, confortable. En boca muy buen acidez, un punto agridulce sugerente y que maridó perfectamente con el laminado de pulpo, ceps y crujiente de vegetales.
El segundo Ipsis Crianza 2005, un todoterreno de calidad contrastada que nunca defrauda. A partir de Tempranillo y Merlot, pasa 12 meses de crianza en barricas de roble americano y francés. De color rojo granate, capa media, menisco morado y lágrima muy abundante. En nariz predominan los frutos rojos, las especies, vainilla y canela, con algún apunte de tinta china y serrín. En boca está ya afinado, bastante redondo. Otro vino de satisfactorio trago largo. Sacó buena nota confrontado con el meloso de ternera con salsa de trufas y vino de guarda de La Boella.
Una copa de mousse de yogur y fruta de la pasión dió entrada al Coulant, regado con un Moscatell de la Cooperativa Agrícola de Vila-Rodona, un caldo muy goloso de color amarillo paja y tonos verdosos. Nariz de cítricos y flores. Equilibrado y suave es un buen contrapunto del chocolate.
Estos fueron “Los Vinos de las Jornadas”. El plantel se completó con el obsequio hecho a todos los ponentes de las Mesas Redondas: el Aureo Semi-dulce De Muller, que con su aparente estuche y su celofán amarillo fue todo un puntazo. Cuando lo descorchen seguro que les traerá a la cabeza buenos recuerdos de nuestra ciudad.
Obviamente no soy imparcial, pero creo que Tarragona quedó en buen lugar. Los restauradores presentaron menús sabrosos y bien elaborados, el servicio de todos los restaurantes demostró profesionalidad y simpatía, el Hotel Ciutat de Tarragona constituyó un alojamiento cómodo, con muy buenas salas para desarrollar el programa científico, buena atención de los trabajadores y excelente gastronomía en el cocktail-cena de bienvenida y las pausas-café de las mañanas, abundantes y muy bien presentadas.
La Vía T colaboró eficaz y generosamente con nosotros, organizando una ruta “Tàrraco-shopping” por el centro, finalizada con visita guiada a la exposición de La Caixa.
Junto al recorrido por la Tarragona romana que llevó a cabo el Patronato de Turismo del Ayuntamiento, permitió que los asistentes se llevaran una completa visión de la ciudad. Muchos no habían estado nunca, y quedaron impresionados por su belleza, historia, rincones, gastronomía y, cómo no, por sus vinos.
